La capacidad para hablar es una característica propia y exclusiva del ser humano, que nos permite exteriorizar nuestro pensamiento, y verbalizar lo que vemos, sentimos e intercambiar conocimiento con los demás.
El lenguaje y la adquisición de este, es sin duda un tema relevante y de interés en el área de investigación, ya que este proceso ocurre de manera casi espontanea y natural en el periodo de nuestra infancia que conocemos como periodo critico.
Durante este periodo, se deben dar las condiciones óptimas para lograr el adecuado desarrollo del lenguaje, debido a que si alguno de los factores importantes para lograr su proceso se ve afectado, vamos a tener problemas en esta adquisición, como por ejemplo la falta de estimulación en el niño.
La estimulación es uno de los factores más importantes dentro de la vida del niño, sobretodo en los primeros años de vida, puesto que con esta habilidad primero que todo tendrá la capacidad de comunicarse con su entorno, de darse a conocer, además como se sabe los seres humanos estamos previstos del llamado instinto gregario, es decir, de vivir en comunidad, y claramente para poder sociabilizar de manera adecuada con los demás debemos desarrollar óptimamente el lenguaje.
Luego de adquirir el lenguaje el niño está preparado para desarrollarse en otros ámbitos, con esta herramienta de comunicación tendrá la facilidad para poder aprender por ejemplo: a leer, escribir, crear, resolver problemas, entre otros. De esto la gran importancia del lenguaje para toda la vida.
Así pues con este trabajo daremos a conocer información y recursos variados para afianzar y completar el desarrollo del niño, además hablaremos acerca de las distintas etapas de adquisición progresiva de las estructuras lingüísticas del niño y sobre algunas sugerencias para su mejor y mayor estimulación.
Evolución del lenguaje en el niño:
Como regla general hay que tener presente que el progreso del lenguaje en el niño se produce a veces, a pesar del adulto. Porque, una misma palabra que pronuncia, para nosotros, defectuosamente, el propio niño la va mejorando de acuerdo a que su estructura articulatoria va madurando.
Es importante que los padres o cuidadores dialoguen de una manera normal con sus hijos, evitando el uso de diminutivos, simplificaciones, elisiones, etc. Puesto que, el niño entiendo y escucha adecuadamente el mensaje auditivo y a partir de su primer intento va a esforzarse por alcanzar el código correcto, si el adulto le ayuda con el modelo adecuado.
En todo caso, cabe destacar que no se debe producir impaciencia o desaliento en los padres, en el caso de haber un aparente “retraso” en la aparición de la destreza enunciada: cada niño tiene su propio ritmo de madurez y, dentro de la normalidad están previstas diferencias de un niño a otro, tanto en la madurez lingüística como en el desarrollo motor.
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